No cabe duda de que en un mundo tan globalizado como el actual, saber idiomas es fundamental para poder acceder a mejores oportunidades laborales. Por eso, cada vez son más los padres que deciden enviar a sus hijos a estudiar inglés en el extranjero. Pero también son muchos los profesionales que por falta de tiempo o de recursos en el pasado no han podido hacerlo y que ahora quieren mejorar sus habilidades lingüísticas con el objetivo de seguir creciendo laboralmente.

Es cierto que no hace falta pasar un tiempo en otro país para aprender inglés. Existen cursos de formación, academias y profesores particulares que pueden guiar nuestro aprendizaje, pero la realidad es que estudiar inglés en el extranjero es la mejor opción si queremos aprender más rápido y mejor. Y es que la estancia en el otro país, no solamente nos ayuda a aprender el idioma por estar inmersos las 24 horas en la lengua del lugar, sino que además es una excelente oportunidad para abrir nuestra mente, conocer otra gente y su cultura, y vivir una experiencia inolvidable.

Eso sí, estudiar inglés en el extranjero no siempre es fácil. Se trata de dar un cambio radical a nuestra vida y de enfrentarnos a un idioma que muchas veces se presenta complicado. A esto debemos sumar  que en ocasiones realizar exámenes en otro idioma puede llegar a ser complicado. Por eso, si estás pensando en pasar una temporada en el extranjero para aprender inglés, te ofrecemos algunos consejos que pueden resultarte útiles para aprovechar el tiempo y afrontar los exámenes con éxito.

1. Tener interés, fundamental.

El primer requisito para aprobar un examen de inglés y también para cualquier meta que fijes a lo largo de tu vida es el interés. Si aprender inglés no está entre tus prioridades, seguramente terminarás aprobando por los pelos o suspendiendo. Por el contrario, si deseas verdaderamente mejorar tus habilidades lingüísticas, buscarás toda la información que sea necesaria y te aplicarás de tal manera que seguramente conseguirás calificaciones más altas que un simple aprobado.

No estamos hablando del interés por aprobar un examen, sino del deseo de crecer. Algo que si no tienes, puedes crear. Para ello, debes buscar una relación directa entre aprender inglés y la posibilidad de cubrir algunas de tus necesidades. Por ejemplo, es importante aprenderlo si en tu sector laboral se requiere inglés para poder conseguir un mejor puesto de trabajo y mejores condiciones salariales.

2. Planificar el tiempo. Organízate para alcanzar el éxito.

Averigua cuáles son los temas que te resultan más complicados, e invierte en ellos más tiempo. Eso sí, siempre en base a lo que se vaya a exigir en el examen. Además, es importante empezar a prepararlo con antelación suficiente. De hecho este es uno de los errores más comunes que cometen los estudiantes, lo cual está muy relacionado con la falta de interés. Recuerda que el idioma es algo que debe asimilarse lentamente y no la noche anterior.

3. Revisar exámenes anteriores, te dará una visión más concreta.

A veces ocurre que podemos saber mucho inglés, pero suspendemos el examen en cuestión. El problema normalmente tiene que ver con no saber centrar la atención. El mejor método es practicar con los exámenes de convocatorias anteriores. Si son de la misma materia o similares, te ayudarán a averiguar cuáles son las cuestiones más importantes, el tipo de preguntas que se plantearán y cómo responderlas. En definitiva, se trata de un elemento imprescindible para aprobar. Por este motivo, es interesante que busques los exámenes de años anteriores o pídeselos a tu profesor.

Practica, experimenta, prueba, equivócate. No pasa nada.

Para aprender de una manera eficaz es necesario practicar, experimentar, probar, hacer ejercicios y cometer errores. Y si algo no lo entendemos bien, no podemos quedarnos esperando la respuesta. Debemos ir a buscarla nosotros mismos.

Aprende a saber cuándo estás preparado

Como ya sabes, hay exámenes en los que podemos decidir cuándo realizarlos; una buena práctica es presentarse por primera vez para comprobar nuestro nivel. No obstante, esto no significa que tengas que lanzarte a la piscina antes de considerar que estás preparado. De lo contrario, puede que tengas que volver a pagar tasas para hacer el examen y estarás perdiendo dinero.

  • No te presentes si no crees que estás preparado: sigue estudiando poco a poco hasta que realmente estés convencido de que tienes posibilidades de aprobar el examen.
  • Si fallas, vuelve a intentarlo: si no lo intentas, nunca alcanzarás tu meta. Si lees las biografías de personas que han llegado lejos en la vida, te darás cuenta de que casi todos ellos fracasaron alguna vez antes de lograr el éxito. Lo que realmente les ha hecho llegar a ser lo que son es haber luchado con insistencia. 

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