How are you? I’m not so bad…

Reiniciamos esta entrada en el blog con esta curiosa manera de saludarse que tienen los irlandeses. En vez de responder al cómo estás con un simple bien, dicen no estoy tan mal. Y es que manías hay en todos sitios.  

Cada día aprendemos más y nos sumergimos en la cultura y manera de vivir en esta ciudad con tanta variabilidad meteorológica. Ayer martes, hizo un día espléndido con un sol radiante y temperatura más mediterránea. Hoy las tornas han cambiado y las nubes vuelven a cubrir Galway, aunque cuando llueve lo hace intermitentemente y sin intensidad.

En la última entrada nos quedamos en viernes, el día en que estaba programado por la tarde el partido de fútbol entre el equipo local y el Shelbourne, líder de la segunda división irlandesa. Y se notó la diferencia (0-3) aunque la primera parte estuvo más igualada. Lo mejor, que lucía el sol y pudimos constatar el nivel del fútbol de aquí. Alguno de los chavales insinuaba que si saliera al campo lo haría mejor que alguno… No comments.

El sábado tuvimos la primera gran excursión. Trip por el histórico condado tribal de Connemara con final en la Abadía de Kylemore (Kylemore’s Abbey). Descubrimos la maravillosa y romántica historia de amor que esconde esta suntuosa construcción. El palacio fue construido en el siglo XIX por Mitchell Henry como regalo para su esposa Margaret, una enamorada de la zona desde su luna de miel. La mujer murió de disentería poco después durante un viaje a Egipto. En su memoria, ordenó construir una iglesia neogótica y un mausoleo. Actualmente, está ocupada por monjas benedictinas. Como podéis ver en la imagen, la niebla no nos impidió pasear por los alrededores de este majestuoso paraje.

Durante el recorrido de ida y vuelta, el conductor nos hacía de guía e iba describiendo los numerosos lagos, montañas y pintorescos pueblecitos que atravesábamos por las estrechas carreteras. También pudimos visitar la Cueva de Aillwee, la más famosa de los paisajes kársticos de Burren.

Al día siguiente, espectacular visita a los acantilados de Moher (Cliffs of Moher). Aunque madrugar un domingo fue duro, valió muchísimo la pena. La belleza de este paraje natural es visita obligatoria si se visita Galway y alrededores. De hecho, es el segundo lugar más visitado de Irlanda, después de la fábrica de cerveza Guiness en Dublín. Los acantilados ofrecen 13 kilómetros de naturaleza salvaje e indescriptible con más de 200 metros de altura. Es un lugar auténtico con vistas espectaculares desde la torre de O’Brien, que permiten vislumbrar las islas de Aran al norte, próxima visita el siguiente fin de semana. En fin, pese a las horas de autobús mereció la pena descubrir uno de los lugares más emblemáticos de toda Irlanda. Hasta los productores de Harry Potter se fijaron en esta localización para una de las películas de la saga.

Tras este intenso fin de semana, el lunes vuelta a las clases y a la normalidad del día a día. Y ayer martes, tuvimos día de celebración. Carla B. cumplió 17 años y al terminar las clases tomamos una deliciosa tarta de chocolate. Aunque pasar tu cumpleaños fuera de casa es duro, seguro que disfrutó de un feliz día. Además lució un día espléndido, posiblemente el mejor desde que estamos aquí.

Greetings and kisses from Galway… Aunque no os lo digan, los chicos os echan de menos!!!

Raquel y Nico

Midleton School Blog