¿Hueles las vacaciones? ¡Ya casi están aquí! Anochece más tarde, tenemos más ganas de pasar tiempo en la calle, los nervios por los exámenes finales crecen por segundos y vamos tachando los días en el calendario esperando a que abran de una vez la piscina. A estas alturas del año seguro que ya sabes qué vas a hacer este verano. Hay quien se decanta por las tradicionales vacaciones en la playa con la familia, otros que prefieren viajar a conocer otros países o coger su mochila y hacer un interrail. Pero, sin duda, uno de los planes con mejor acogida en los últimos años es apuntar a los pequeños de la casa a un campamento. Especialmente los que mezclan la diversión con la enseñanza son la mejor elección para un verano diferente y lleno de aventuras.

Campamentos de verano: ¿quién dijo que aprender era aburrido?

El verano es una época del año en el que los nuestros hijos quieren (y deben) descansar de la rutina. El cansancio acumulado durante el curso ha de ser contrarrestado con actividades que promuevan su lado más creativo. De esta manera estamos ayudando a mejorar sus aptitudes sociales e imaginativas, que son muy importantes en su desarrollo.

Darles alas es mostrarles el camino

Mediada la educación primaria, los niños desean ganar autonomía. No quieren que los progenitores estemos todo el rato encima de ellos. Seguro que a diario le repites frases del tipo “¡No salgas al patio sin el abrigo!” o “¡nada de golosinas hasta que te termines la fruta!”. Está claro que la misión de un padre es dar a su hijo todo el cariño y la mejor educación. Pero, a veces, ellos demandan un poco más de libertad. Aunque nos cueste aceptarlo, la independencia de nuestros pequeños es algo que se ha de forjar desde la infancia. Un campamento de verano les ayuda a crecer como personas, a superar retos y a valerse por sí mismos. Eso sí, siempre con la ayuda y supervisión de un equipo de monitores que velen por su seguridad y bienestar.

Aprender jugando: la llave a su futuro

Los campamentos son divertidos. Pero si además incluyen herramientas para el aprendizaje, mejor que mejor. Los hay de ciencias, de música, de teatro… y, por supuesto, también de idiomas. Esta última modalidad es particularmente interesante ya que el conocimiento de lenguas extranjeras es un punto diferenciador que le valdrá en el futuro a la hora de buscar trabajo tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. ¡Y todo ello lo habrán aprendido mientras juegan! ¿Se te ocurre un plan mejor? Está claro que un campamento es la opción ideal para este verano. Si es la primera vez que se apuntan a uno, seguramente todos los miembros de la familia tengáis dudas de qué es lo que se necesita para convertir esta experiencia en el mejor verano de vuestras vidas. Aquí os damos varias claves para conseguirlo. ¡Siguiéndolas todo irá sobre ruedas!

Campamento de verano: claves para el mejor verano su vida

Lo único que no les va a gustar a tus hijos del campamento es que se acaba. ¡La mochila más grande no es para la ropa sino para las sonrisas!

1. No hay que llevar la casa a cuestas. Hacer la maleta siempre forma parte del ritual antes de irnos de vacaciones. Procura no dejarlo para última hora y ayúdales a hacer el equipaje. Intenta que sea lo más ligero posible y fácil de transportar.

2. Más vale prevenir que curar. Juegos al aire libre, excursiones en plena naturaleza… y todo ello en pleno verano. El sol pega fuerte, así que no olvides meter protección solar para disfrutar cada día sin peligro de sufrir quemaduras. Además, es aconsejable incluir en la maleta un protector para las picaduras de mosquito. ¡Algo malo tenía que tener disfrutar del buen tiempo!

3. La actitud es lo más importante. Lo esencial en este tipo de aventuras es ir con la mente abierta y con ganas de pasarlo bien. Todas las actividades que se realizan en estos campamentos están pensados para que te lo pases bien. ¡Hay que decir adiós a la vergüenza y participar en todos los juegos!

4. El poder de la amistad. Relacionarse con chicos y chicas nuevos, de otros colegios y ciudades ayuda a los pequeños a socializar y a crecer como personas. ¡Cuando acabe el campamento tendrán amigos para toda la vida! Además, esas relaciones se fortalecen con el tiempo.

5. Aprenden a valerse por sí mismos. El campamento de verano es una buena oportunidad para ofrecerles tu confianza. Déjales que comiencen a ver la vida de manera independiente. ¡Pero no te preocupes! Nuestros monitores estarán 24 horas atentos para que todo vaya sobre ruedas.

Campamentos de verano: conviértete en el padre más guay

La lista de consejos para los niños parece clara: tienen que llevar en la maleta ropa y ganas de divertirse. Pero ¿qué hay de los padres? Sí, para vosotros también hay claves:

1. Tú también te mereces vacaciones. ¿Cuántos años llevas sin hacer planes por tu cuenta? ¿Cada vez que bajas a la playa tienes que llevar tres colchonetas, el cubo, la pala y el rastrillo? ¿No crees que te mereces un poco de relax? El campamento de verano se convierte no solo en una experiencia vital increíble para tus hijos, sino en un oasis de paz para que tú también puedas disfrutar del verano. ¿Una escapada romántica, unos días en un balneario o simplemente quedarte en casa a disfrutar de la paz y desconectar de la rutina? Elige el plan que más te guste y despreocúpate del resto con la tranquilidad de que los niños están divirtiéndose y bien atendidos.

2. Recuerda: es una experiencia positiva. ¡Nada de llorar! Es frecuente, sobre todo en el primer campamento, que los padres se tomen la separación de sus hijos como un verdadero drama. Intenta mantener la actitud positiva, ellos te ven mal, no podrán disfrutar plenamente de la aventura. Además, para cuando te des cuenta, ya estarán de vuelta contándote mil y una anécdotas.

3. Confía en los profesionales. Tus pequeños son lo más importante del mundo. Por eso es normal que quieras asegurarte de que van a estar en un sitio donde los traten bien y vayan a estar a gusto. Si has elegido un campamento es porque previamente has escudriñado sus instalaciones, su equipo humano y las actividades que proponen. Por lo tanto, no tienes nada que temer.

4. Tu papel también es importante. Recuerda informar debidamente al equipo de monitores de las posibles peculiaridades de tus hijos: intolerancias alimenticias, alergias, tomas de medicamentos… Esa información es necesaria, pero también otras relacionadas con su estado de ánimo. El objetivo es que los niños se diviertan y estos datos son de gran utilidad de cara a enfocar las actividades con cada niño.

5. ¡Prepárate que vienen curvas! Cuando os reunáis de nuevo en casa después del campamento notarás que los pequeños de la casa tienen un montón de historias que contarte. Este es el primer paso a su independencia, y te aseguramos que viene plagado de anécdotas, fotos, vídeos y muchos momentos de morriña. ¡Estarán deseando que comience el siguiente verano para volver!

Como ves, esta experiencia es positiva tanto para toda la familia. Mil y una vivencias están esperando ahí fuera, listas para ser descubiertas. En Midleton School te proponemos dos campamentos de verano para aprender inglésel Gredos Summer Camp (ubicado en la Sierra de Gredos y pensado para niños de entre 6 y 12 años) y una inmersión lingüística en Alicante (con actividades para edades comprendidas entre los 8 y los 15 años. Días enteros de excursiones, risas, juegos, y naturaleza combinados con el aprendizaje de inglés. Cuando vuelvan a clase después del verano no sólo tendrán mil y una historias que contar sino que habrán mejorado su dominio de la lengua de una forma sorprendente, lo que repercutirá positivamente en sus notas. Ahora ya lo sabes: si mezclas diversión, aprendizaje, naturaleza y verano, obtienes los campamentos de verano de Midleton School. ¡Te esperamos!