Pasar un año estudiando en un país extranjero se ha convertido en una práctica cada vez más habitual para muchos jóvenes y adolescentes de nuestros país.

Saber idiomas es uno de los requisitos más valorados actualmente en el mercado laboral y una herramienta básica para viajar y relacionarte con personas de cualquier parte del mundo.

Por eso, cursar en el extranjero un año de tus estudios académicos, en inglés, puede ser la mejor forma de impregnarte de forma definitiva en la aventura de hablar y perfeccionar la lengua de shakespeare.

Tanto si eres un estudiante que quiere ir a estudiar idiomas al extranjero o el padre o madre de uno de ellos, te surgirán dudas como ¿cuándo es el mejor momento para vivir esta experiencia?¿es pronto o tarde?, ¿mi hijo tiene la madurez suficiente?

Te hablamos de algunos de los beneficios aprender inglés en otro país durante el curso escolar y cuándo es el mejor momento para hacerlo.

¿Cuál es la mejor edad para los niños?

Si nos basamos en aspectos meramente objetivos, sin duda, la respuesta a cuál es la mejor edad para hacer un curso en el extranjero es que cuanto más joven, mejor.

Los expertos afirman que la edad de 12 años es un momento ideal para que el niño estudie en un país diferente al suyo. Sin embargo, siempre habrá que tener en cuenta la personalidad y la madurez del niño; habrá casos en los que el pequeño tengo una mayor adaptabilidad y autonomía que otro de una edad más avanzada.

A ciertos perfiles personales les costará más adaptarse a los cambios y a todo lo desconocido que se encontrarán durante su estancia.

Beneficios de estudiar fuera a una edad temprana

  • Los niños asimilarán mejor y con más facilidad el idioma. Está demostrado que en edades tempranas el aprendizaje de un idioma, especialmente en el ámbito oral, es mucho más fácil.
  • Se adaptarán mejor a la hora de conocer gente nueva. Los niños tienen más facilidad para entablar relaciones sociales, ya que aún no están contaminados por factores como la vergüenza, los prejuicios o ciertos miedos sociales, más presentes en los adultos.
  • Adquirirán mayor autonomía. Enfrentarse a una experiencia lejos de casa ayudará al pequeño a desarrollar su autonomía, a ver el mundo de una manera distinta y a valerse por sí mismo antes de lo que él mismo y sus padres pensarían. Esto le dará al niño, además, una mayor seguridad y confianza en su persona.
  • Tendrás una mayor participación. Cuanto más joven seas seguramente tengas más energía y te apetezca apuntarte a absolutamente todas las actividades que te propongan desde la escuela o centro educativo. La predisposición siempre suele ser mayor en edades más jóvenes. 
  • El choque cultural será menor. Es probable que cuando vuelvas a tu país natal tras un trimestre o año académico en el extranjero sea más fácil la integración de una persona más joven en su entorno anterior.

Pero claro, esta opción también tendrá sus desventajas, pues la falta de madurez hará que la experiencia no se aproveche del todo o no se saque el máximo rendimiento de ella, en cuanto al aprendizaje del idioma se refiere, como ocurriría con una edad más avanzada. 

Algunas recomendaciones

  1. Antes de mandar a un niño a una estancia más larga en otro país, como puede ser un curso escolar entero, puedes empezar por enviarle, a partir de los 6 años, a campamentos de verano de inglés para que aprendan el idioma y para que vayan desarrollando la confianza, seguridad y autonomía que van a necesitar en un viaje más largo.

Este tipo de campamentos, como los que ofertamos en Alicante y en la Sierra de Gredos en Midleton School, ofrecen una inmersión total en el idioma sin salir de España, combinándola con otro tipo de actividades deportiva, culturales, sociales o artísticas.

  1. Los cursos de inglés en el extranjero para jóvenes pueden ser una experiencia perfecta previa antes de embarcarles más adelante en la aventura de pasar un curso académico completo fuera de casa.

Durante varias semanas tendrán tiempo de conectar con la gente, adaptarse al lugar de destino y de empaparse lo suficiente del idioma, ya sea alojándose tanto en una familia como en una residencia.

  1. Según los últimos datos disponibles de la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (Aseproce), más del 70% de las personas que viajaron al extranjero en 2017 eran menores de edad, el resto, hasta un 30%, son adultos, estudiantes y profesionales que necesitan mejorar sus perspectivas laborales.

Así que, ten en cuenta que, a la hora de tomar una decisión, hay muchas familias como tú, interesadas en enviar a sus pequeños a recibir parte de su curso escolar en el extranjero.

Como ves, los niños y jóvenes son, en la mayoría de las ocasiones, alumnos todoterreno dispuestos a comerse el mundo y todas las dificultades que se les pongan por delante.

Si crees que mandar a tu hijo a estudiar a un país extranjero de habla inglesa es una buena opción, ten siempre en cuenta su personalidad y sus aptitudes y actitudes a la hora de determinar la edad a la que dejarle ir, el país y el tiempo de estancia.

El resto, lo completará la experiencia inolvidable que vivirá en su lugar de destino.

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